Fuimos educados en el esfuerzo para sacar provecho de nuestra razón y de nuestro talento.
Hoy resulta muy cómodo buscar en la red las respuestas a muchas cuestiones, procedimientos y técnicas para alcanzar un objetivo. Es rápido, es fàcil y, en suma, es realmente fantástico pero, por desgracia, a veces ( y cada vez más) produce efectos perversos en el intelecto.
Es perfectamente posible armonizar el uso de nuestra razón con el de los contenidos que buscamos y encontramos siempre en la red.
Nuestras CONDUCTAS tienen que someterse a nuestra RAZON.
Por mi parte trataré de no comportarme nunca más como los MONOS del cuento.
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